Un monito con sus gracias
su colita el movía
al son de la pandereta
que su dueño sostenía.
El monito muy gracioso
al publico encandilaba,
con sus tontas monerías
cuando la pandereta sonaba.
Ese tanto protagonismo
a su dueño mosqueaba...
El tocaba la pandereta
y nadie lo miraba...
Este mono tan coqueto
tiene las horas contadas,...
ya no come de la mano
y a su dueño no le gustaba.
¡Mira mono impertinente,
que ya me tienes cansado!
O mueves con mi son la cola,
o terminas tus días enjaulado.
Este mono tan gracioso
no compartía sus palabras...
El siguió con sus monerías
y termino encerrado en la jaula.
Ya otro mono está danzando
al ritmo de la pandereta,
el dueño esta contento,
triunfó con su vendetta.
A ver que tiempo te dura
este nuevo malabarista.
que al final el protagonista...
será de nuevo el mono.
José Luís Rivero © 20/09/2013